Hoy es el día. Nos han subido el IVA a todos, pobres y ricos, de izquierdas o de derechas, ateos o creyentes. Eso es lo injusto, que es para todos igual, aunque los que más lo sufran serán los que menos recursos tienen, los antaño mileuristas o los integrados en la legión de los parados. La subida del IVA es la prueba mas clara de la forma en que el Gobierno, instigado por sus jefes ideológicos de Bruselas y Berlín, pretende sacarnos de la sima económica en la que nos encontramos: cargando los costes a los ciudadanos, principalmente trabajadores asalariados. Es de una vulgaridad lacerante si no fuera porque cualquiera puede darse cuenta de que esta política económica forma parte de una estrategia global para podar las conquistas sociales y laborales de los últimos 75 años. Y quien no lo quiera ver, allá su ceguera. Y hoy no toca hablar de los políticos capaces de hacer lo contario de lo que predicaban. Otro día será.
Reflexionemos sobre lo que pasa y se dice, sea lo que sea.