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Mostrando entradas de 2015

#salvemosCAVudc

Cada año por estas fechas la Facultade de Ciencias de Comunicación de la Universidade da Coruña está preparando el curso siguiente. Se ven resultados de encuestas entre alumnos, se tabulan porcentajes de aprobados, se tramitan estancias de alumnos Erasmus, se elaboran guías docentes, etc... Contra lo que pueda pensarse, hay mucho que hacer en junio y julio. Pero esta ocasión las cosas son distintas. Además de todo eso tenemos que ocuparnos de defender nuestra facultad, su existencia dentro de la Universidade de A Coruña. Alguien o algunos, suponemos que dentro del equipo rectoral, juntos o por separado, han pensado que nuestra facultad se puede fusionar con la de Sociología. Cuestión de ahorrar dinero, dicen. Unos 32.000 euros en un presupuesto de 116 millones de euros. Estupor, asombro y un punto de irritación. Es descorazonador ver cómo se pone en peligro una titulación única en Galicia y en España desde un despacho con vistas a la bahía de A Coruña. Y no es el primer intento de

Pitos en España

La final de la Copa del Rey nos ofreció otro ejemplo de esa costumbre tan española del desprecio al prójimo, un defecto transversal a todo tipo de orígenes y obedencias políticas. Los miles de personas que ayer pitaron el himno español demostraron que en este país, o lo que sea, el respeto por lo que piensa o lo que siente el de enfrente no es moneda de uso habitual. Silbar un himno, cualquier himno, insultar al vasco, al catalán, al francés o al español por el hecho de serlo es vulgarmente insoportable, además de una muestra de intolerancia abrumadora. Es la ofensa por la ofensa, por joder, por irritar al que no piensa como tú o por hacer la gracieta. Pero, si cabe, aún es peor reír la gracia, alentarla o contemplarla con media sonrisa, como hizo el honorable Mas el sábado en el Nou Camp. Seguro que no pondría la misma cara si en el Bernabéu se abucheara e himno catalán; entonces hablaría de insulto a Catalunya y bla, bla, bla..... En tiempos cada vez más lejanos, los esbirros d

¿Casta periodística?

Si pinchan en el hiperenlace de la palabra prensa  accederan al avance de datos de difusión de los principales diarios españoles en el mes de abril auditivos por la OJD. Certifican de nuevo la cuesta abajo de las ediciones en papel de las grandes cabeceras españolas. Cada vez que aparecen estos datos, los editores explican lo mucho que crecen sus ediciones digitales, que es donde creen que está el negocio del futuro. Cierto, por ahí van los tiros, pero eso solo no explica la caída de las ventas en papel. Desde hace tiempo vengo sosteniendo que la huida de los lectores no se debe únicamente a los nuevos hábitos de consumo o a la exploración de nuevos modelos de negocio. La causa principal es el tipo de periodismo que se hace y el papel de los medios de comunicación. Dejémonos de análisis sesudos, lo que vale es hacer buen periodismo, contar buenas historias, facilitar honestamente información y opinión a los ciudadanos, en definitiva, cumplir con la función social de la prensa. El

Por higiene democrática y vital

Lo voy a decir hoy porque si lo hago mañana puedo ser acusado de violar la jornada de reflexión, esa antigualla electoral que trata a los españoles como minusválidos políticos. Lo que quiero decir es que es necesario que el Partido Popular pague el domingo en las urnas por las políticas austericidas y por el pozo de corrupción en que está metido. Dirán algunos que sólo por las cosas que han dicho Rajoy y los suyos en estos días de campaña ya merecerían recibir un buen revolcón. El espectáculo permanente de Aguirre o las tonterías dolosas del presidente en campaña son muestra palmaria de la degeneración del partido que representa a la vieja derecha reaccionaria española. En las elecciones europeas ya se atisbó un primer castigo por parte de los ciudadanos. Ahora toca profundizar y preparar la definitiva estocada en las generales previstas para este año. Podría extenderme en consideraciones y argumentos que reclaman la derrota electoral del PP, pero creo que sobran en momentos en que

¡Vivan las caenas!

Ya lo hemos visto y leído. El PP ganaría las elecciones generales si se celebrasen ahora, sería el partido más votado. Por lo que respecta a las municipales, tiene posibilidades de gobernar un número importante de ciudades, significativamente Madrid o Valencia. Cierto que los populares sufren una sangría de votos, pero están ahí, luchando por mantener importantes cuotas de poder. Échemos una ojeada al paisaje preelectoral. Parece que miles de madrileños están dispuestos a que los gobierne Esperanza Aguirre, ni más ni menos que Esperanza Aguirre. Me ahorro comentarios porque todos conocemos al personaje. También miles de valencianos parecen preferir a Rita Barberá, ¡Rita Barberá!, con lo que sabemos de las andanzas de la señora y del PP valenciano en su conjunto. Por lo otra parte, los sondeos para las generales confirman lo que sostengo desde hace tiempo: aquí nadie dice que vota al PP, pero de golpe aparecen millones de ciudadanos que confían en los que han crujido a los trabajado

Laicismo, pero para todo

Es lo cierto que la Iglesia española se ha trabajado a pulso la imagen, mala, que tiene en la sociedad española. Más bien habría que decir que la imagen mejorable es la de la jerarquía, empeñada en expedir certificados generales de moral a partir de su particular criterio. Como reacción al intento de adoctrinamiento general por parte de la Iglesa ha ido calando en España una corriente que critica todo lo que tiene que ver con el catolicismo o el cristianismo en general. Son esas voces que acusan a los obispos y los curas de ocuparse únicamente de fortalecer su posición social y los privilegios del pasado. Bajo el paraguas del laicismo se cobijan movimientos y personajes dispuestos erradicar cualquier signo religioso de la escena pública. Exigen que la religión salga de la escuela, que la Iglesia pague el IBI o que el Estado deje de subvencionar la enseñanza concertada que imparten colegios católicos. No digo yo que no tengan razón en sus planteamientos, pero no toda la razón. ¿Se

Muertos anónimos y nuestros muertos

Hay muertos con nombres y apellidos y muertos sin rostro, muertos que antes de morir iban sentados en la butaca de un avión y otros que pasaban frío en una barca en medio del Mediterráneo, muertos que murieron por reírse de la fe de otros y muertos que murieron por su fe. Hoy supimos que 400 personas, CUATROCIENTAS PERSONAS, han desaparecido en el trecho de mar que hay entre la costa africana y las tierras de Italia. Todo hace prever que han fallecido en su intento de ingresar en la opulenta Europa de la crisis. Son muertos sin nombres ni apellidos para nosotros. Incluso es posible que ni sus familiares lleguen a saber la suerte que han corrido. Tampoco nos interesa mucho la identidad de los 148 estudiantes cristianos asesinados en Kenia por eso, por ser cristianos. Pasamos de largo por las historias de los miles de refugiados sirios, nos interesa más bien poco qué va a ser de los cristianos expulsados de sus casas y sus tierras en Oriente Medio, o cómo viven el día a día los pales

Ricos, locos asesinos y currantes.

Todos los días millones de personas nos levantamos con la intención de cumplir con nuestras obligaciones, sean del tipo que sean. Normalmente son hacer nuestro trabajo de la mejor manera posible, ocuparnos de las necesidades de nuestra familia o ser honrados ciudadanos. Y ya es bastante. Una de las primeras cosas que hacemos es echarle un vistazo a la prensa o escuchar la radio. Es saludable y demuestra interés por lo que pasa a nuestro alrededor, pero a veces puede alterarnos el estado de ánimo. Veamos alguna muestra de lo que nos encontramos hoy: Ahí tenemos el enésimo serial de la infanta, el marido de la infanta y los tejemanejes que entre los dos y sus socios se montaron. La mujer prefiere pasar por tonta antes que admitir cualquier grado de responsabilidad en los enjuagues de Noos y otros negocios. Está en su derecho, también en el de no pagar la fianza, pero los ciudadanos también estamos en nuestro derecho de pensar que esto tiene toda la pinta de acabar en una operaci

Los (falsos) voluntarios de Cáritas

Los voluntarios de Cáritas multiplican estos días su presencia en las obras de servicio a la sociedad que dirigen con cargo a los presupuestos del Estado. Es una actividad a la que se entregan cada cuatro años con entusiasmo, generalmente antes de las elecciones . Estos voluntarios realizan su labor a cambio de un sueldo mensual, generosamente dotado, y se desplazan en vehículos de color negro precedidos por uno o dos coches de la Guardia Civil en el caso de los que tienen más responsabilidad. Suelen desarrollar sus visitas tocados de un casco impoluto y un chaleco reflectante planchado como para ir de boda. Explican a los beneficiaros lo afortunados que son por lo bien que ellos mismos, los directivos de Cáritas, hacen las cosas, y de paso les piden que depositen su óbolo en las mesas petitorias que se instalarán, Dios mediante, dentro de dos meses más o menos. Sucede que la gente se mosquea, investiga y cae en la cuenta de que no son miembros de la ONG católica, sino alcaldes,

Venezuela hasta en la sopa

Cada mañana comienzo la jornada enterándome de lo que pone la prensa a través de Twitter y Facebook. Desde hace unos meses aprecio que Venezuela se ha convertido en un asunto de política interior. No hay día en que cualquiera de los grandes y pequeños diarios españoles no nos cuenten lo intrínsecamente malos que son los dirigentes chavistas. Algunos ejemplos:   Pero nadie ha criticado todavía la insufrible estética de chandal multicolor a la que son tan aficionados los dirigentes bolivarianos, ¡eso sí que es intolerable!

La casta coruñesa, gallega y española, toda junta

El pasado fin de semana vivimos en A Coruña una representación en clave de comedia de eso que Pablo Iglesias ha venido en denominar la "casta política", para cabreo de lo que se consideran aludidos, mayormente  los políticos del PP y del PSOE. Me refiero al acto de inauguración de la inconclusa Tercera Ronda de circunvalación de la ciudad . Actuaron el presidente de la Xunta, el alcalde de A Coruña y la ministra de Fomento, que es la que acabó de poner la pasta que antes comprometieran sus antecesores.  Inauguraron una obra que fue concebida hace quince años y ha tardado ocho en acabarse. La empezó como ministra de Fomento Magdalena Alvarez, la prosiguió José Blanco y la ha acabado la antedicha Pastor. Cuando las máquinas comenzaron a trabajar gobernaba la Xunta Emilio Pérez Touriño y era conselleira de obras María José Caride Tabarés. En el ayuntamiento de A Coruña mandaba, es un decir, Javier Losada, y su concejala de Urbanismo era Mar Barcón.  El sainete tuvo momentos d

Lo más leído

En las ediciones on line de los periódicos hay una estadística, hacia la parta baja de la larga página de inicio, que recoge las noticias más leídas por los lectores. De alguna manera refleja los "gustos" de la audiencia. Haciendo un repaso de las estadísticas de este blog me he dado de bruces con el cuadro que os muestro: Es decir, que el post más leído en esta semana es aquel en el que cuento lo mala que es la última peli de Cámeron Díaz, esa en la que sale en velados y púdicos paños menores haciendo ejercicios malabares en la cama. Se impone a los problemas de la universidad, la inmigración o el valor de la tele pública. Quizá sea cosa de los buscadores, los algoritmos o las palabras clave, pero en todo caso da para pensar.

Cuchillas, injusticia y pobreza

Un nuevo drama en el mar que separa Europa de África. Más muertes anónimas . Al mismo tiempo, por tierra, no cesan los intentos de entrar en la "tierra prometida" . Es probable que haya gente que piense que se trata de resistir elevando muros cada vez más altos. Craso error. Esos hombres y mujeres que se juegan la vida para alcanzar la opulenta Europa están impulsados por la desesperación y la certeza de que su futuro, en su tierra, es pobreza y opresión. Frente a ello de nada sirven las cuchillas o las pelotas de goma. El papa Francisco lo ha expresado certeramente en su carta apostólica "La Alegría del Evangelio". Leamos: "Cuando la sociedad —local, nacional o mundial— abandona en la periferia una parte de sí misma, no habrá programas políticos ni recursos policiales o de inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad. Esto no sucede solamente porque la inequidad provoca la reacción violenta de los excluidos del sistema, sino porque el

El valor de la televisión pública

Frecuentemente, políticos, periodistas y comunicadores en general se preguntan, de forma retórica o con aviesa intención, para qué sirve una televisión pública. Los políticos versión española lo tienen más o menos claro, aunque no lo digan abiertamente pero lo practiquen a diario: para utilizarla como altavoz de su propaganda. Esa es una concepción espuria de lo que tiene que ser un medio de comunicación público. A la vista de lo que está aconteciendo con la televisión en abierto en España, al menos debe servir para ofrecer un contrapunto "sanitario" a la mierda que se programa a diario en buena parte de la oferta comercial. Para espíritus más exquisitos o menos contaminados dejo el enlace del Laboratorio de RTVE para que vean el valor de lo que se puede hacer desde una tele pública. Por si alguien necesita más argumentos que los higiénicos: http://lab.rtve.es/interactivo#

Pobre universidad española

Hace catorce años y medio que soy profesor universitario. Durante otros veinte trabajé como periodista. Incluso durante cuatro simultaneé ambas actividades. Por eso a veces digo, con un punto de provocación hacia mis interlocutores, que no soy profesor universitario, que soy un periodista en stand by . Me gusta analizar la universidad desde una posición que pretende ser la de un observador más o menos neutral. No sé si lo consigo, pero al menos es mi intención. El obstáculo para ello es que cuando el pretendido observador está dentro de las tripas de la máquina se hace complicado guardar la debida neutralidad. Mi experiencia es que a la universidad española se le puede aplicar aquello de que "entre todos la mataron y ella sola se murió". Es decir, que los de dentro y los de fuera hacen cosas que la llevan de un sitio para otro, haciendo que crujan las cuadernas de un navío en el que hay tripulantes preparados para hacer las cosas mejor. Esto es lo que hacemos desde de

Ni por Cámeron Díaz ....

Se sienta uno delante de la tele para pasar una tarde de domingo cinematográfica y la primera en la frente. Aunque la culpa es toda mía por caer en la tentación. Sí, se me ocurrió ir al YOMVI y ponerme a ver Sex Tape , la última de Cameron Diaz. Aguanté media hora. Suficiente para hartarme de un guión lamentable. Y de los desnudos púdicos para soslayar la muy púdica agencia de calificación americana. Ya sabéis, en los USA puedes comprar una pistola en el súper, pero eso del sexo en el cine tiene que ir dentro de un orden. En fin, que me voy a otra cosa. Ni Cámeron Díaz  merece un minuto más de mi tiempo sabático.

Para empezar el día ....

Esa actividad tan gratificante que es escuchar la radio para empezar el día te ofrece en ocasiones la oportunidad de cargar las baterías para el resto de la jornada .... aunque sea de cierto malestar. Esta mañana he escuchado que los diputados del PP en el Parlamento gallego no han aceptado la expresión pobreza energética para describir las penurias de miles de ciudadanos; he oído al inefable Rafa Hernando manifestar que "la coleta de Pablo Iglesias no le llega para tapar los trapos sucios del PP"; y he cerrado gira con Carlos Herrera y su diaria ración de Monedero. Si a esto le unimos que la cadena SER liquida redactores de alta o baja cualificación como quien toma filloas y que RTVE ficha periodistas por docenas cuando dice que pierde millones a raudales, ya me diréis cómo viene este miércoles. ¡Ah! se me olvidaba que de camino para el curro ha salido la voz rotunda del ministro de Economía alemán de nombre casi impronunciable advirtiendo de nuevo a Grecia que hay que

Parece que vuelve Aguirre

Estamos a menos de un mes de que se cumpla un año de la fuga de Esperanza Aguirre. Ya saben, cuando aparcó el coche en el carril bus de la Gran Vía madrileña, la multaron y se las piró. Digo que hará un año en 4 de abril, si no me falla la memoria, y la antedicha parece que está a punto de ser investida candidata a la alcaldía de Madrid, si  Mariano no lo remedia. Sería un éxito personal en el que han colaborado el juez que no consideró delito la huída, los dirigentes populares que miran para otro lado ante la corrupción que anidó bajo las alas de Aguirre y, pena da decirlo, los periodistas. Para cualquier medio de comunicación sería fácil poner a un par de periodistas a investigar lo que pasó (hablar con los agentes, con posibles testigos, etc...). Propongo, por ejemplo, a Eduardo Inda, un especial de "En tierra hostil" o un reportaje de Jon Sistiaga. Pero no, es más productivo contratar a Aguirre para que imparta doctrina desde las páginas de opinión.

Grecia y los ciudadanos irresponsables

Es común entre los analistas y expertos de ideología conservadora considerar que las políticas de austeridad económica aplicadas por los poderes financieros y políticos supranacionales durante la Gran Recesión son la purga inevitable para unos países que se entregaron a una orgía derrochadora sin parangón. Su relato sostiene que los ciudadanos tienen su parte de responsabilidad por haber apoyado a partidos que no supieron aplicar medidas correctoras cuando la crisis se veía venir o gobernaron con excesiva liberalidad las cuentas públicas. Toca sufrir, seguros de que la agria medicina que tomamos ahora nos va a sacar del agujero, como por ejemplo sostiene el profesor Barreiro . Tal visión de las cosas pasa por alto que no todos los países son iguales ni su trayectoria ha sido la misma. Es verdad, Grecia no es España, como tampoco Portugal es España o Italia. Sus precedentes no son los mismos y ni siquiera las causas son las mismas, aunque compartan algunas. Pero esos analistas con

A mí, que me registren, yo no sé nada.

¿Qué tienen en común Ana Mato, la infanta Elena y Mariano Rajoy? Fácil, los tres no se enteraban de lo que pasaba delante de sus narices. Ana Mato no cayó en la cuenta de los coches de alta gama que se aparcaban en el garaje de su casa y que su marido recibía de los conseguidores de la trama Gürtel; la infanta no estaba al tanto de los tejemanejes empresariales y fiscales de su marido pese a que firmaba la constitución de sociedades pantalla; y Mariano Rajoy no se enteraba de que Luis Bárcenas, "esa persona" en la terminología actual del presidente del Gobierno, se hacía de oro con la gestión económica del PP. Ya sabemos cómo se hacen las cosas en las elites sociales y política. Si te pillan con el carrito de los helados pones cara de sorpresa y juras por tus antepasados que no sabías nada, aunque el presunto delincuente sea tu marido, formes parte de su entramado empresarial o recibas sobresueldos de él. De verdad, viendo esto se me ocurre pensar que esta gente tiene e

Elogio de la televisión pública

Cuando menos te lo esperas aparece la circunstancia que da sentido a tantos debates estériles por inútiles. Es lo que me pasó el viernes último a cuenta de la televisión pública y su valor para los ciudadanos. De pasada me topé en la segunda cadena de TVE con un documental biográfico del doctor Gregorio Marañón, un médico humanista de gran peso en la historia intelectual del siglo XX español. Quedé enganchado, retrasé mi cena y, al finalizar, me dije: ves José, para esto sirve la televisión pública. Sirve para que a las 21:30 puedas ver una producción audiovisual minoritaria por el público al que se dirige, bien hecha, que te enriquece cultural e intelectualmente. Un documental que no tendría cabida en una televisión comercial. Con este ejemplo les explicaría yo algunos políticos y a muchos ciudadanos por qué debemos mantener televisiones públicas de calidad en nuestras sociedades. Hay sitio para todo y no todo tiene que ser infoentretenimiento, realities o telebasura. Cada cosa

Charlie Hebdo, los fanáticos, las patrias y Mahoma

De vez en cuando el mundo se estremece con un atentado terrorista. Habitualmente suelen ser obra de fanáticos musulmanes, que dicen actuar para desagraviar a Alá o en venganza por las actividades de las potencias occidentales en los países musulmanes. Una vez cometida la salvajada comienza una carrera de condenas desde todos los países. Normal y lógico. Toda persona sensata, sea cual sea su condición, abomina de los extremismos religiosos. No se puede matar en nombre de ninguna religión ni de ningún Dios. Sin embargo, no existe la misma radical condena cuando se trata de las patrias o de las naciones. La historia nos muestra que los nacionalismos de todo signo acumulan mas muertos que las guerras de religión. No sé si han reparado que casi al mismo tiempo que dos terroristas islamistas masacraban a media redacción del semanario satírico francés Charlie Hebdó, miles de personas se manifestaban en Bilbao contra la dispersión de los presos etarras y la política penitenciaria del Gobie